Diferentes estudios aseguran que mantener relaciones profesionales sólidas y de calidad, es clave para tener una carrera profesional exitosa. De hecho, tener una buena relación con nuestros colegas, nos permite ser más productivos aumentando nuestra participación e interacción.
¿Por qué es importante mantener relaciones profesionales positivas?
No cabe duda de que los seres humanos somos sociales por naturaleza, por lo que el trabajo en equipo siempre ha sido y será una condición que nos garantiza el progreso y la productividad entre todas las partes interesadas: líderes, clientes, proveedores y colaboradores.
Además, aunque se trate de un esfuerzo colectivo, debemos comenzar por nosotros mismos. Sin duda la relación que tenemos con los demás pasa por la relación que tengamos con nosotros mismos.
Así, forjar un sólido vínculo con nuestros colegas, incluso con aquellos con los que tenemos poca o ninguna relación, nos permitirá mantener un clima mucho más agradable, sano y organizado.
Asimismo, aumenta el nivel de confianza para expresar e intercambiar opiniones e ideas, de manera que resulte mucho más sencillo adaptarnos a los nuevos cambios y adoptar cualquier innovación que nos beneficie, mientas nos desarrollarnos profesionalmente con la mejor motivación.
Así pues, es vital comenzar a dejar de lado aquellos comportamientos negativos o tóxicos que afectan seriamente el ambiente laboral y, por ende, nuestro desempeño profesional.
Claves para mejorar nuestras relacionales profesionales
A continuación, compartiremos contigo 7 recomendaciones que te ayudarán a construir y mantener relaciones profesionales sanas y satisfactorias.
1. Autoconocimiento de nuestros valores.
En primer lugar, tener conciencia de nuestros valores, nos permitirá forjar relaciones más positivas, ya que podremos asumir la responsabilidad de lo que decimos y hacemos en todo momento.
Además, conocer en gran medida nuestros valores, nos ayudan a tener más claridad y actuar en línea con nuestras decisiones haciéndolos visibles, de manera que estas no afecten a las personas que nos rodean.
Igualmente, el autoconocimiento funciona como guía para la toma de decisiones, las cuales se podrán alinear con el logro de objetivos en el ámbito profesional.
Por supuesto, estos valores son elegidos por nosotros mismos, por lo que es importante reflexionar sobre ellos para desechar aquellos valores que posiblemente estén arruinando nuestras relaciones profesionales sin darnos cuenta.
2. Tener claros cuáles son nuestros límites
Establecer límites también es un elemento vital para mantener relaciones profesionales mutuamente respetuosas, ya que te ayudan a cuidarte a ti mismo y a los que te rodean.
Y es que, al igual que en el entorno personal, en el profesional nuestros compañeros de trabajo poseen diferentes valores, creencias y necesidades, los cuales, pueden conducir a la creación de conflictos, resentimientos, y situaciones de estrés cuando no los tenemos en cuenta.
En este sentido, establecer límites y respetar los de los demás, nos ayudarán a prevenir ambientes llenos de toxicidad e irrespeto.
Por otro lado, es natural querer apoyar y ser generosos con nuestros compañeros. Sin embargo, cuando nos salimos de los límites, podemos correr el riesgo de excedernos en el uso de nuestro tiempo y dedicación y los de los demás.
Finalmente, esto puede hacer que la gente se sienta exhausta y abrumada.
3. Centrarnos en lo que suma
Los trabajos en equipo se basan en el respeto mutuo y en los valores, opiniones o ideas positivas que aporten algo satisfactorio a los demás.
En esencia, los equipos que trabajan juntos con respeto mutuo valorarán las aportaciones de los demás, y buscarán soluciones basadas en el conocimiento, la sabiduría y la creatividad colectivas.
Esto significa que, cuando tus colegas te ofrezcan opiniones o ideas diferentes a las tuyas, es importante tener en cuenta sus conocimientos y perspectivas, de manera que podamos tomar buenas decisiones, y seleccionar todo aquello que sume beneficios y ganancias para todos.
Empatía y compasión son dos palabras claves a la hora de mantener una relaciones personales sanas.
¡No dejes de darle la bienvenida a todo lo que aporte al trabajo colectivo y sus procesos!
4. Evitar los comportamientos tóxicos: quejarse, criticar o esconder información.
Desafortunadamente, muchos comportamientos tóxicos son usuales en muchos entornos de trabajo y mucho más en las relaciones profesionales.
Uno de los casos más comunes, sucede cuando una persona comete un error, y ya sea que esta persona lo reconozca o no, algunas personas no resisten la tentación de chismear y hacer circular rumores al respecto.
En lugar de verte arrastrado a generar controversias y desacuerdos, concéntrate en construir relaciones sólidas con todos los miembros de tu equipo. Asimismo, mantén tu mente en pro de tus objetivos y no dañes las relaciones distrayéndote con problemas negativos que solo restan en lugar de sumar.
De hecho, cuando nos sentimos negativos con alguien, podemos volvernos impacientes, enojarnos y desmotivar a los demás. En consecuencia, los otros pueden devolvernos esos comportamientos negativos.
Lo mismo ocurre con otros comportamientos tóxicos como las quejas frecuentes, u ocultar información a otros, los cuales solo pueden perturbar el clima laboral o las relaciones en un networking.
Después de todo, a través de este tipo de acciones sentimos una falta de apoyo en el grupo de trabajo que se traducen en sentimientos de inseguridad o ansiedad entre los miembros.
Siendo esto una de las situaciones para que el síndrome de burnout o de desgaste profesional llegue a producirse.
Sino lo sabías, este síndrome, se caracteriza por presentarse como un estado de agotamiento emocional, físico y mental causado por un estrés excesivo y prolongado. Ocurre cuando te sientes abrumado, emocionalmente agotado e incapaz de satisfacer las tareas constantes.
5. Empatía y compasión
Por otro lado, la empatía y la compasión está relacionada con el punto anterior. En algunas ocasiones, las relaciones profesionales deben enfrentarse a situaciones difíciles, por lo que es importante estar dispuesto a tener conversaciones de este tipo que busquen soluciones.
Por lo tanto, es importante cosechar un poco de empatía, esto es, intentar ponernos en el lugar del otro, de manera que podamos comunicarnos efectivamente. Para ello, es igualmente fundamental aprender a escuchar atentamente lo que el otro tiene que decirnos.
6. No intentar llevarse bien con todo el mundo.
Una de las mejores formas de desarrollar relaciones laborales saludables es tomarse el tiempo para conocer verdaderamente a tus compañeros de trabajo. Y hacerlo desde tu autenticidad.
Esto no significa que debas ser agradable con aquellas personas con las que no terminas de conectar, pero una simple taza de café podría marcar una diferencia y cambiar de perspectiva. Puede ser complicado, pero existen algunas buenas ideas que puedes implementar para comunicarte con tus colegas y mantener una relación sana:
- Pregunta sobre sus pasatiempos, vacaciones, sueños, entre otros.
- Invítalos a tomar un café, o salir después del trabajo.
- Siéntate junto a tus colegas durante la hora del almuerzo.
- Pasa por sus oficinas durante los tiempos libres para saludar.
- Entre otros.
7. Ser agradecido
Por último, tenemos el “decir gracias” y mostrarnos agradecidos. Claramente, no podríamos conseguir nuestros objetivos profesionales sin la ayuda de los demás miembros y colaboradores de tu equipo.
“Lo que gratificas se multiplica”
Cuando la gente se esfuerce por ayudarte, asegúrate de mostrar tu agradecimiento. Más allá de agradecer a los demás por su ayuda, tómate el tiempo para felicitar a las personas cuando hacen un gran trabajo.
Sin duda, todos disfrutamos sentirnos validados y reconocidos, por lo que, sinceramente, felicitar a alguien por un trabajo bien hecho es una forma segura de fortalecer una relación.