En los últimos años, la opción del “teletrabajo” tal y como se suele llamar a trabajar desde casa, es una posibilidad a la que cada vez más organizaciones se adhieren ya sea por elección o por obligación. No todo el mundo se siente cómodo no teniendo un lugar de trabajo al que ir, sin embargo, las nuevas tecnologías, manteniéndonos conectados de manera permanente, han facilitado la implementación y el desarrollo de esta forma de trabajar. Los beneficios son múltiples, ya que aporta una gran flexibilidad tanto para la empresa como para el trabajador, facilitando la conciliación de la vida familiar y la productividad, con un impacto positivo en el nivel de estrés, que se ve reducido en consecuencia.
En crisis como la que estamos viviendo en este momento, en las que se impone quedarse en casa, muchas personas se han visto obligadas a teletrabajar como única opción para dar continuidad a su actividad. Lo extraordinario aquí y el reto a superar, es que aquellos que tienen hijos pequeños comparten la responsabilidad de seguir siendo productivos con la de cuidar de su familia.
Teletrabajar con los niños, ¿misión imposible?
Trabajar con tus hijos en casa puede convertirse en toda una aventura y si no que se lo digan a Robert Kelly, profesor estadounidense de Ciencias Política en Corea del Sur, que de repente se convirtió en una celebridad al viralizarse un vídeo suyo en el que aparecía siendo interrumpido por sus hijos en plena conexión en directo mientras era entrevistado para la BBC.
Mantener a tus hijos ocupados, entretenidos y sobre todo, dispuestos a dejarte espacio para concentrarte en otra actividad que no sea dedicarles toda tu atención, es todo un desafío. Aunque la alternativa de dejarle a la niña o al niño el móvil o dejarle plantado enfrente de la tele todo el día es demasiado tentadora, no es lo más adecuado y ni siquiera es una opción si es menor de tres años. Hacer que el día sea productivo requiere una dosis mínima de disciplina y creatividad, además, os ofrezco algunas pautas y consejos simples que podrían colaborar a que el día sea lo más placentero para todos:
- Comunicar:
Si trabajar con tus hijos en casa, no es lo habitual para ti, es recomendable que al principio inviertas algo de tiempo en explicarles los motivos de la nueva situación: por qué mama y/o papá se tienen que quedar en casa, qué es lo que va a pasar, cuántos días va a durar la situación y por qué no tienen que ir al colegio o guardería.
Es posible que al principio les cueste entenderlo y que también ellos, echen de menos salir fuera o compartir juegos con sus amigos. Elaborar historias o juegos, puede ayudarte a elaborar un mensaje adaptado.
- Mantener un estilo de vida saludable.
Junto con la alimentación y la actividad física, es necesario prestar atención a los descansos. Si vamos a pasar muchas horas en casa, lo recomendable es que no tengamos demasiados alimentos poco saludables en casa como procesados o productos con alta proporción en azúcar, ya que, al estar tantas horas seguidas en casa podemos dejarnos llevar más fácilmente por la tentación. Es aconsejable consumir en la medida de lo posible, alimentos saludables y que mantengan nuestro nivel de energía constante.
Hagamos pausas para estirar las piernas y hacer un ejercicio físico moderado, incluso podemos organizarlo en forma de juego y que también participen los niños, lo importarte es moverse y mantenerse activo.
Nuestro cansancio conlleva a que sea más difícil mantener el control sobre nuestras emociones. Si estamos cansados o malhumorados, transmitiremos nuestro estado de ánimo a nuestros hijos, habrá más posibilidades de que surja algún conflicto y será mucho más complicado que aprovechemos el tiempo de manera adecuada. Por ello, es importante que respetemos nuestras horas de sueño y nuestros descansos para mantener un buen nivel de energía que nos ayude a sobrellevar el día.
- Identificar el espacio de trabajo.
Lo ideal, por su puesto, es tener un lugar separado donde se pueda mantener la concentración suficiente, donde se pueda cerrar la puerta ponernos a lo nuestro tranquilamente, pero esto no siempre es posible. Puede ser que la vivienda no sea lo suficientemente grande o que los niños necesiten supervisión constante. Si es así, entonces lo ideal es mantener el puesto de trabajo siempre en el mismo sitio, separándolo de su zona de juegos, explicándoles nuestra actividad, quizá dejándoles alimentar su curiosidad un rato y de esta manera facilitaremos que lo “respeten”.
- Adaptar los horarios.
Una manera de optimizar nuestro tiempo es aprovechar las horas en las que los niños duermen. Es posible que por la tarde ya estemos muy cansados para ponernos a trabajar, si no es así, os animo a hacerlo si sois de los que encuentran la concentración y la máxima productividad en las últimas horas del día. No obstante, si eres de los que te levantas de la cama sin esfuerzo, puedes adelantar el despertador y aprovechar las primeras horas del día cuando los niños todavía duermen para darle un empujón a tus proyectos antes de que empiece la actividad común.
Si es posible, establece turnos con tu pareja para que al menos uno pueda cambiar de actividad.
- Planificar el día.
Para este punto es importante que involucréis a los niños para que ellos también puedan participar en la planificación. Después del desayuno, se puede organizar una asamblea en la que todos los miembros de la familia elijan las actividades que se van a realizar durante el día. No necesariamente se trata de una elección libre, se pueden ofrecer dos opciones para que los niños elijan la que prefieren.
Las actividades se anotan en una pizarra o cartulina, aportando elementos visuales como por ejemplo dibujos o fotografías, para que los niños puedan seguirlas.
Es importante incluir alguna actividad especial, alguna experiencia novedosa que ayude a que los niños mantengan la atención y estimulen su creatividad.
En cuanto a tu jornada laboral, planifícala identificando las prioridades del día. No te autoexijas demasiado y sé consciente de que la situación puede ser complicada para todos, intenta en la medida de lo posible sacar partido al tiempo en familia.
Al final del día, se puede realizar un pequeño ritual de celebración o de agradecimiento que les ayude a potenciar su autonomía y motivación.
- Seguir rutinas:
Asearse, vestirse (aunque sea con ropa cómoda pero no estar todo el día con el pijama puesto), desayunar, reunirse en asamblea, ventilar la casa u organizar los juguetes antes de ir a dormir, todas son rutinas que nos permiten mantener el orden y fomentar la disciplina.
Es recomendable recordar el día en el que estamos. ¿No os pasa que cuando estáis en vacaciones, acabáis teniendo la sensación de que olvidáis el día en el que estáis? El no vivir obligado a una agenda, pueda hacer que perdamos la noción del tiempo.
Personalmente me encantan los calendarios Montessori ya que son un ejercicio que podemos utilizar para mantenernos conectados y ayudar a nuestros hijos a mantener una referencia temporal:
- Mantenerse en contacto socialmente.
A pesar de estar en casa y tener limitados sus movimientos hacia la calle, es importante que los niños guarden el contacto con el mundo exterior, que puede ser un gran aliado para darnos algo del espacio que requerimos para poder tele trabajar.
Las nuevas tecnologías y facilidades de relacionarse socialmente son una gran oportunidad para fomentar el contacto con otros niños u otros miembros de la familia: una sesión de cuentacuentos online o incluso una merienda con la familia o los amigos del colegio o de laguardería por Skype pueden ayudarnos a conciliar vida laboral y familiar cuando teletrabajamos y mantener la moral alta.
¿Y tú que opinas de teletrabajar con niños?