Si hay una asignatura que me hubiera encantado tener en el colegio, por la importancia que esta habilidad luego tiene en la vida profesional, sería la de oratoria. Tener desde pequeña, la habilidad y sobre todo la confianza para comunicar, especialmente para comunicar en público.
Saber transmitir tus ideas es como un superpoder porque no sólo te da la capacidad de influir a través de ellas.
Te da confianza, te da recursos, posibilidades y oportunidades.
Lo he visto mucho en mi vida profesional porque siempre me ha costado mucho exponerme, e incluso ahora que estoy presente enredes sociales y comparto contenido en Tiktok o grabo este podcast, sigue siendo muchas veces un reto emocional para mí.
Y aparte también de esta experiencia propia cuando he visto un gran número de grandes profesionales que igual se han visto limitados o que no han visibilizado tanto su talento o han pasado más desapercibidos por ese temor a hablar en público.
Mónica Galán dice una frase muy interesante en el capítulo de hoy: “Los ataques de humildad generan anonimato” y desde el anonimato es muy complicado avanzar profesionalmente.
A veces podemos pensar que hay personas con un don para comunicar, pero realmente saber hacerlo de manera efectiva tiene mucho de técnica y de preparación.
La oratoria es una habilidad fundamental para cualquier persona que desee comunicarse de manera efectiva. Ya sea que estés dando una presentación en el trabajo, hablando en una conferencia, o simplemente participando en una conversación, la capacidad de hablar con claridad y persuasión puede hacer una gran diferencia en cómo eres percibido por los demás.
En este artículo creado a partir de las ideas que tratamos en el capítulo del podcast, nos centramos en cinco puntos clave que pueden ayudarte a mejorar tu oratoria.
1. Mantén a raya tu diálogo interno.
A menudo, nuestra propia voz interior puede ser nuestro peor enemigo cuando se trata de hablar en público. Nos preocupamos por lo que otros pensarán de nosotros, nos preocupa no estar lo suficientemente preparados, o nos distraemos con pensamientos que no están relacionados con la presentación. Por lo tanto, es importante aprender a mantener a raya tu diálogo interno, aceptándolo como parte del proceso y centrarte en el momento presente.
Hay algunas técnicas que puedes usar para ayudarte a concentrarte. Por ejemplo, puedes practicar la meditación o la visualización antes de hablar en público. La visualización implica imaginar el resultado de tu discurso, mientras que la meditación te ayuda a liberar pensamientos no deseados. También es útil centrarse en tu respiración durante la presentación, lo que puede ayudarte a mantener el enfoque y la calma.
2. Ten un sistema que te permita estructurar tu discurso.
Es importante tener un sistema que te permita estructurar tu discurso de manera clara y efectiva. Una buena estructura de discurso debe incluir una introducción, un cuerpo y una conclusión. En la introducción, debes presentar el tema y establecer el propósito de tu discurso. En el cuerpo, debes proporcionar información relevante y argumentos persuasivos, y en la conclusión, debes resumir los puntos clave y dejar una impresión duradera en tu audiencia.
Mónica Galán tiene su propia metodología, el método BRAVO con el que conseguirás atrapar a tu audiencia con tu discurso.
3. Céntrate en tu audiencia, lleva tu atención al momento presente.
Es fácil perderse en tus propios pensamientos durante una presentación, especialmente si aparecen los nervios. Sin embargo, es importante recordar que tu audiencia es la razón por la que estás hablando en primer lugar. Debes centrarte en ellos y en sus necesidades.
Para lograr esto, trata de hacer contacto visual con tu audiencia. No te centres solo en una persona, sino mira a diferentes personas en la sala. También es útil tener en cuenta el lenguaje corporal de tu audiencia, ya que esto puede ayudarte a adaptar tu presentación según sea necesario.
Además, es importante llevar tu atención al momento presente. No pienses en lo que sucedió antes o en lo que podría suceder después de tu presentación. En lugar de eso, enfócate en el mensaje y en la experiencia de comunicar.
4. Pasa de la preocupación al propósito.
Cuando estás hablando en público, es fácil preocuparte por cómo te perciben los demás. Sin embargo, en lugar de centrarte en la preocupación, trata de centrarte en el propósito de tu presentación. ¿Cuál es el mensaje que deseas transmitir? ¿Qué acción esperas que tu audiencia tome después de escucharte?
Al centrarte en el propósito de tu presentación, te ayudará a enfocar tu energía en lo que realmente importa, y te permitirá comunicar tu mensaje de manera más clara y efectiva. Si te sientes abrumado por la preocupación, intenta repetir un mantra positivo para ti mismo antes de tu presentación, como «Estoy preparado y capacitado para hacer esto».
5. Practica todo lo que puedas.
Finalmente, la práctica es clave para mejorar tu oratoria. Cuanto más practiques, más comodidad sentirás hablando en público, y más seguridad sentirás en tus habilidades de comunicación. Además, la práctica también te permitirá perfeccionar tu estructura de discurso y mejorar tu ritmo y tono de voz.
Hay varias maneras de practicar tu oratoria. Puedes hacerlo en solitario, hablando frente a un espejo o grabando tu presentación para analizarla después. También puedes unirte a un grupo de oratoria o buscar un/a mentor o un profesional que pueda brindarte consejos y retroalimentación constructiva.
En resumen, mejorar tu oratoria requiere tiempo y esfuerzo, pero los resultados valen la pena. Así que, ¡practica, mantén la calma, y sigue hablando!
Puedes disfrutar del capítulo completo >>aquí<<
¡Mucho éxito!